martes, 24 de mayo de 2016

Trail Picos de Europa

Con tan solo 48 sesiones de entrenamiento, enormes ganas, mucha ilusión y la fundamental compañía de Mariano, emprendo esta aventura el 14 de mayo a las 9:15 de la mañana desde Benia de Onís, un precioso enclave asturiano que será testigo de la consecución de mi nuevo reto: 35 kilómetros y medio por todo tipo de terrenos y circunstancias. Quiero destacar en general la fenomenal organización, la buena señalización y los variados y generosos avituallamientos; y, en especial, gracias a todos los voluntarios.

Amanece tras una noche corta y de poco descanso. Urtzi nos acerca a Benia, hacemos un pequeño calentamiento y nos incorporamos a la zona de salida tan solo unos minutos antes de la hora señalada, que la organización cumple con total puntualidad. Somos casi 400 corredores en esta distancia.

Los comienzos son complicados porque a la dureza de la primera subida se le une la estrechez de la pista y el mal estado del terreno. Apenas se puede caminar durante los 2 primeros kilómetros en la parte de atrás del pelotón.

Llegamos sin novedad al primer avituallamiento y nos tomamos un respiro para afrontar lo que nos queda de subida para coronar La Berruga acompañados por la niebla. A continuación afrontamos el primer tramo con dificultad en la pequeña bajada que hay antes de comenzar el ascenso a Camba, que culmina con una “pared” vertical para llegar al segundo avituallamiento Ya hemos superado los primeros 10 kilómetros.

Con energías renovadas continuamos por un sendero pedregoso y una bajada estrecha y complicada en la que nos acompañan un grupo de terneros que bajan con mucha facilidad, justo antes de llegar a las bonitas y verdes praderas de Belbín. Desde aquí una subida por terreno en buenas condiciones hasta enlazar con la zona de los lagos de Covadonga para llegar al ecuador de la carrera. Atravesamos la antigua mina en la zona más turística y nos dirigimos hacia la orilla sur del lago Enol -pasando literalmente por ella de piedra en piedra- dándonos paso al ascenso a la Porra de Enol, que es el punto de mayor altitud (1269) del recorrido. Para mí fue también el punto de mayor debilidad tras 3 horas y 19 kilómetros desde la salida.

El descenso es muy técnico, con zonas resbaladizas, hasta llegar al aparcamiento de los lagos, donde tenemos un nuevo avituallamiento. Aquí nos tomamos algo más de tiempo para reponer fuerzas y recuperar para lo que nos vendrá más tarde.

Retomamos la carrera bajando por El Escaleru hacia nuevas praderas y una zona de transición, con muchísimo barro, hacia Entrepeñas. Llega el tramo más técnico, difícil y resbaladizo de todo el recorrido, unos 3 kilómetros con mucho barro, piedras, agua, terreno estrecho, en fin, para un novato como yo, muy estresante. Y con todo eso superado y con unas vistas preciosas de Gamonedo de Onís conseguimos llegar a Demués, donde reponemos líquidos y donde mi mente empieza flaquear (quiero terminar ya pero nos quedan casi 5 kilómetros).

 

Seguimos adelante en subida hacia Bobia de Arriba y ya veo un Everest en cada pequeño ascenso pero la ilusión de saber que estamos llegando y los ánimos de Mariano me llevan de nuevo por el último tramo técnico de bajada hacia Benia de Onís. Encontrar a la familia y amigos animándonos en la zona de llegada es tan emocionante y reparador que tengo la sensación de que voy 1 metro sobre el suelo, a pesar de llegar con las fuerzas justitas. Muchas gracias a todos (y sabéis quiénes sois) los que habéis contribuido a que haya conseguido llegar a meta en esta aventura tan especial.