jueves, 25 de abril de 2013

Empiezo este blog que lleva por título algo muy significativo para mí. Y es que “llegando a meta” no es únicamente una expresión, es algo más, son sensaciones, emociones, esfuerzos, es transformar un trabajo de muchas horas en unos pocos minutos.
Llevo muchos años en el mundo del deporte aficionado y ese título no siempre significó lo mismo. Al principio era algo más vacío y se ha ido llenando con la experiencia, he ido aprendiendo a darle un contenido en base a mi evolución física y mental y a mi madurez.
Nunca destaqué en ninguno de los deportes en los que participé aunque siempre fui un “catacaldos”. Comencé en el colegio con el atletismo (velocidad y salto de longitud), balonmano, voleibol y, cómo no, fútbol. Más tarde vino otro deporte que, sin tener nada que ver con todo lo anterior, caló hondo en mí, hasta el punto que empecé a practicarlo con 11 años y aún sigo en ello: el Judo. Los últimos deportes que se incorporaron a mi vida fueron el baloncesto, el ciclismo y la natación. Así pues, he ido alternando y simultaneando deportes a veces antagónicos que han condicionado y condicionan mis planificaciones semanales. Hoy por hoy solo me dedico a correr, nadar y, por supuesto, Judo. Además me toca incorporar la bicicleta de montaña para completar el siguiente reto que tengo en mente: el triatlón cross.
Considero que mi actividad física es fiel reflejo de mi actividad vital y van inseparablemente en paralelo puesto que la una sin la otra pierden todo el sentido.
Trabajo, familia y deporte son, por orden cronológico, mis ocupaciones diarias de lunes a viernes  y poder compaginarlas es el secreto de mi éxito.
Aquí comienzan a ser públicas mis sensaciones y mis progresos para alcanzar el objetivo, que no deja de ser otro que seguir llegando a meta.