jueves, 14 de mayo de 2015

Maratón de Madrid (Parte 1)

Pues llegó el 26 de abril de 2015, algo que hasta hace no mucho veía muy muy lejos y que deseaba que llegara tanto como lo temía. Han sido 6 largos y duros meses de entrenamiento para conseguir el reto que me planteé, algo que, como diría Rajoy, sabía que estaba muy por encima de mis posibilidades, y así me sentí en algunos momentos de la preparación.

Siempre pensé que correr 42 kilómetros no era muy sano y que era una distancia que no intentaría. Hoy puedo decir que, si bien es una experiencia por la que todo runner debería pasar una vez en la vida, los efectos que produce en el cuerpo (y hablo en primera persona) son curiosos, pero de eso hablaré más adelante.

Son las 8:00 de la mañana y estoy en el parking cercano al parque de El Retiro sentado en el coche mentalizándome durante unos minutos para lo que me viene dentro de una hora. En mi examen de conciencia veo imágenes de esfuerzo, de cansancio, de ilusión, de dedicación, y sé que solo me queda culminar la obra madurada tiempo atrás en algún recodo de mi cabeza, desarrollada por la mente de Urtzi y apoyada incondicionalmente por mi club de fans.

Ha estado lloviendo casi toda la noche y en cuanto salgo a la calle noto la humedad e incluso a ratos cae algo de llovizna. Con este ambiente me dirijo hacia la zona de salida dando un paseo entre cientos de “compañeros de fatigas”. Claro que estoy nervioso, así que trato de relajarme iniciando un calentamiento suave antes de colocarme en el cajón de salida. En la zona que elijo coincido con esos que, nada más verlos, piensas: “estos son los que van a ganar”. Me llamó la atención que no estaban haciendo nada diferente a mí, que estaban muy serios, que no hablaban entre ellos y que iban mucho más abrigados que yo. Intenté mirarles por encima del hombro pero no me salía, así que, intimidado, opté por centrarme en mi propia rutina. Una vez dentro del cajón de salida fue como si ya todo estuviera bien, como si no hubiera marcha atrás, y empiezo a sentirme tranquilo y dispuesto ya para afrontar lo que viene. Hasta ese momento no soy consciente de las dimensiones físicas que tiene la carrera, por número de corredores, por gente de la organización, por el espacio que cubrimos en la zona, etc.

Aunque parezca pretencioso, sé que voy a terminar la carrera sin problemas, que con la preparación que llevo nada puede impedirme lograr el objetivo y que puede ser una cuestión más mental que física superar las posibles crisis que puedan surgir. Pues a por ello voy porque acaban de dar las 9:00.

1 comentario:

  1. Eres mi ídolo!!!!

    Ya tienes la Maratón, ahora a por las TRAIL ;)

    loso.

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